En esta entrada me gustaría hablar un poco sobre el sexismo que se puede observar en el ámbito deportivo.
Ya hemos tocado un poco este tema en anteriores entradas, como los sueldos muchos más bajos y la menor fama respecto a los hombres. Siempre hablamos de deporte de alto rendimiento, pero también sucede a otras escalas, menos oportunidades, menos ligas, menos apoyo de las federaciones, discriminaciones...
Aunque la tendencia va cambiando (o eso parece), desde pequeños estamos en una educación sexista. Si observamos con un poco de detenimiento, no hace falta ser un experto para darse cuenta de estas situaciones.
Podemos ver desde de la más tierna infancia, juguetes para niños como muñecos de acción, armas de juguete, coches, etc. y juguetes para niñas, muñecas, "cocinillas", "casitas", juegos más tranquilos. Luego según avanzan en edad, y llega el colegio la diferenciación es mayor. Los juegos también fomentan el sexismo. Los niños fútbol y las niñas la comba, prejuicio típico, que como profesores de E.F. debemos evitar.
A partir de aquí empieza el problema, la mayoría de las niñas dejan la práctica deportiva, y las que sigan son etiquetadas de "marimachos". Creo que en este sentido, España tiene un gran retraso respecto con otros países europeos, donde las mujeres practican la misma cantidad de deporte que los hombres.
Incluso existen países donde los vestuarios de los recintos deportivos son mixtos. José Luis Chinchilla, nuestro profe de Didáctica de la EF II, nos contó que en una competición atlética, la expedición española, al ver entrar a su vestuario a varias chicas suecas, ducharse y cambiarse se quedó asombrada.
Volviendo al deporte profesional, no es difícil ver la discriminación de la mujer.
Si por hacer una prueba, preguntamos a cualquier persona, que nos diga el nombre de tres futbolistas hombres, nos lo dirá sin problemas; pero ¿y si preguntamos por tres mujeres futbolistas? Pocas personas sabrían contestar. Laura Baeza, Laura del Río o María Ruiz son tres jugadores españolas que destacan a nivel internacional, pero que son menos conocidas que muchos jugadores de segunda división española.
Al parecer a las televisiones no les interesa emitir el deporte femenino, porque no vende. Gracias a TVE, podemos ver algunos partidos de voleibol, balonmano, baloncesto o fútbol femenino, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
Pedir una igualación de sueldos a los hombres, es una utopía o una locura según se vea. En mi opinión los sueldos de los hombres debería disminuir bastante y el de la mujer aumentar. El primer paso para un reconocimiento del deporte femenino es conseguir que los medios de comunicación de masas, se interesen por él. Como hemos visto, radio, prensa y televisión, controlan buena parte del deporte.
Y también los patrocinadores son otro agente que debe favorecer el cambio. Es casi indignante que seamos unos de los países más atrasados en este aspecto a nivel europeo y el cambio debe llegar ya.
A veces hay que defender nuestro país, pero hay que ser capaz de criticar lo que no está bien, y esto, no lo está.
Para concluir, me gustaría que hicierais un poco de tiempo en vuestras vidas y leyerais este artículo de EFdeportes.com:
Un saludo!
